Lesiones deportivas recurrentes
Con cada actividad deportiva y dependiendo de su frecuencia, hay una lesión detrás de la puerta:
el esguince: es una lesión que puede afectar a cualquier articulación de nuestro cuerpo, pero las más propensas son las del hombro, el tobillo y la rodilla. Esta lesión se produce como resultado de una rotura o estiramiento de los ligamentos debido a un movimiento de torsión o rotación realizado de forma brusca y violenta, como tirones o cambios de dirección repentinos. Los síntomas son, según su gravedad, dolor más o menos intenso, calor, hematoma e incapacidad para mover la parte dolorida. El consejo inmediato es poner hielo y guardar reposo manteniendo la extremidad elevada, luego se determinará el alcance del daño mediante radiografías, ecografías o resonancias magnéticas, y posteriormente se llevará a cabo la terapia curativa.
Desgarro muscular de la pierna o el brazo: también es una lesión que puede afectar a casi cualquier músculo del cuerpo, pero los de las extremidades son los más frecuentes durante la actividad física. Según la gravedad, se distingue entre el grado 1 con un dolor agudo localizado durante la práctica del deporte, pero con la posibilidad de mover la parte afectada, el grado 2 con un dolor fuerte con la imposibilidad de mover el músculo y la rotura de las fibras musculares es más extensa, y el grado 3 también aquí con un dolor muy fuerte y que ocupa una zona más amplia con la aparición de un hematoma y a veces también hay un colapso del músculo. También en este caso es necesario levantar la extremidad, ponerle hielo, dejar descansar la parte dolorida y ponerle un buen vendaje; cuando se conozca el alcance del traumatismo, se decidirá si el tratamiento inicial es suficiente o si se requiere la actuación de profesionales en fisioterapia.
Fractura ósea: se distingue como una fisura o fractura real del hueso que se debe a un entrenamiento intensivo, a una carga excesiva o a deportes en los que hay contacto físico. Los tobillos y las rodillas son las partes más afectadas por las fracturas en el deporte. En este caso, es necesario inmovilizar inmediatamente el miembro afectado y llamar a personal sanitario cualificado.
Dislocación: en la jerga, también puede llamarse esguince, y afecta a todas las articulaciones, que prácticamente se salen de su sitio; las más afectadas son, en primer lugar, los dedos y el hombro, después encontramos las caderas, el codo y las rodillas. Se produce cuando hay contacto físico, como en el rugby, el baloncesto y el fútbol, o cuando hay caídas, como en el esquí y el voleibol, y provoca dolor intenso, hinchazón y calor.
Excoriaciones y heridas; antes de intervenir, dejar escurrir la sangre para que se eliminen automáticamente los restos de suciedad, luego lavar con agua corriente y limpiar la piel alrededor de la herida, secar y dar toques a la herida sin intentar impedir que la sangre salga en exceso, lo ideal para desinfectar es el peróxido de hidrógeno.
Dolor muscular e inflamación de los tendones: causados por una actividad física escasa y realizada de forma irregular, movimientos repetitivos y sobrecarga de los músculos y tendones, y una mala postura incluso al practicar deporte. Ciertos deportes, como el tenis y el golf, son más propensos a la inflamación de los tendones del codo, mientras que la carrera y el ciclismo, por ejemplo, afectan más a los músculos de las piernas.
¿Cuáles son las principales causas de las lesiones deportivas?
Hay que decir que la principal causa de las lesiones deportivas es la falta de un ritmo de entrenamiento adecuado a la actividad, por lo que cuando se entrena poco y mal se producen problemas musculares y articulares.
Además de este motivo principal, también hay otros aspectos que pueden llevar a un deportista a sufrir lesiones, por ejemplo si el terreno no es el adecuado, en el caso del running o del fútbol, las herramientas o la ropa son incorrectas, los músculos o las articulaciones no se han calentado correctamente para empezar, la edad del deportista puede influir, el descanso adecuado, la alimentación y la postura incorrecta.
Aunque algunos tipos de lesiones no se pueden prevenir, es imprescindible hacer lo máximo en materia de prevención, tanto para el deporte como para la vida cotidiana, con un estilo de vida saludable, dando prioridad a la hidratación, es decir, bebiendo mucha agua y prestando mucha atención a la nutrición. Estos dos factores tienen un efecto del 90% en el bienestar de nuestro cuerpo.
REFERENCIAS
- penzioncestar.sk
- www.ecaitalia.com
- tessa.linksmt.it
- www.themeray.com
- conocimiento.pixnet.net
- www.mojakomunita.sk
- gomotoring.in
- www.prayer.org.tw
- www.themeray.com
- sd-50592.dedibox.fr